LA FINCA

Esta pomarada de manzanos de sidra y mesa recupera en esta zona de Terra Cha la tradición de la fruticultura, planteada de forma ordenada y racional, con el objetivo de equilibrar la sostenibilidad de la producción frutícola y la forestación. Se acompaña de la plantación de chopos canadienses en una parte más baja de la finca familiar, especie adecuada a las tierras de ribera y humedales de la zona.

Es un proyecto de cambio de uso de suelo agrario a forestal, pero orientado a una producción sostenible, adecuada a unas condiciones ambientales de una zona con temperaturas medias que oscilan entre máximas de 18 grados y mínimas de 5 ·C, con suficiente cantidad anual de horas de frío y lluvia, sobre suelos arenosos y humedales adecuados a los respectivos tipos de variedades que se han escogido para la plantación.


La plantación se efectuó en un agrupamiento conjunto de cuatro hectáreas formado por las parcelas catastrales 238, 240, 28 y 25 del Polígono 265, bordeadas también por las parcelas 30 y 29 del mismo polígono y propiedad, dedicadas estas últimas a la producción forestal. Todo ello forma parte de la denominada Chousa de la Casa de Andrés, donde se halla la casa familiar del mismo nombre, con una superficie ésta de 524 metros, en el barrio de O Chairo, de la parroquia de Riberas de Lea.


En esas parcelas agrupadas en torno al polígono catastral 265 de Castro de Rei se plantaron 1.500 pies de 25 variedades de manzanos de sidra y mesa. Concretamente 10 variedades de manzanos de sidra y 15 de mesa, combinando su adaptación a las condiciones climatológicas y fitológicas de la zona, estructura de ramificación, aspectos de floración y polinización, producción, rendimiento y época de maduración y cosecha.


Se han combinado variedades autóctonas gallegas y asturianas de sidra, así como otras experimentales de origen francés, norteamericano, suizo, checo y australiano de manzana de mesa. Las variedades de sidra se han elegido por sus características productivas y por su adaptación a las condiciones fitológicas de tierra y clima de la comarca. La diversidad de variedades de manzana de mesa tiene como objeto experimental testar la adaptación de varias de ellas a las condiciones de la zona.


La plantación fue realizada con el asesoramiento técnico del ingeniero agrónomo Francisco Otero, presidente de la Asociación de Fruticultores de Galicia (AFRUGAL). La explotación se halla inscrita en el Registro de Explotaciones Agrarias de Galicia (REAGA) con el número 2022/3063286 y expediente A12X0057. Y forma parte de la cooperativa frutícola Cabrinfolla de producción de manzana de sidra de las provincias de Lugo y Coruña.


El proyecto de la pomarada se inició en 2018 con la roturación, abonado y encalado de la finca a partir de la analítica previa de tierras efectuada por el Laboratorio Agrario y Fitopatológico de Mabedondo (A Coruña), dependiente de la Axencia Galega de Calidade Alimentaria, de la Consellería de Medio Rural de la Xunta de Galicia.


En ese mismo año se procedió al cierre del circundo de la finca, con valla alambrada ganadera de 200x17x15, con grapillones sujetos a postes torneados de 10x250 de madera tratada para resguardar la plantación de la fauna depredadora de la zona, y se construyeron tres pozos subterráneos intercomunicados, con capacidad para suministrar caudal de agua de riego suficiente para la red de tuberías y goteros autocompensantes que se instalarían posteriormente a medio metro de cada uno de los portainjertos de manzano.


La plantación de manzanos se inició en 2019 y concluyó en 2020. Se plantaron 1.350 manzanos de sidra en M106, a tres metros de distancia y en filas de 6 y 5 metros de distancia, con postes de madera tratada de 2,5, 3 y 4 metros, con tres hilos de alambre para sujeción de goteros (a 0,50 cm) y de las espalderas de entutorado de los árboles. Y de manzanos de mesa M9 se plantaron 150 árboles, a 1,5/2 metros en filas de 5 metros de distancia.


Para el sistema de riego, mediante goteros autocompensantes, se efectuó una instalación de tubería ancha que rodea toda la finca, en una extensión aproximada de un kilómetro, y que conecta por cada una de las cabeceras las 40 filas de la explotación, con llaves de cierre individualizadas y de limpieza en cada una de esas líneas. El riego se efectúa mediante períodos de 3 horas, con una capacidad de 3 litros por gotero y ciclo.


La bomba de riego, que se programa y gestiona automáticamente a distancia, se alimenta con energía eléctrica conducida desde las inmediaciones de la casa familiar, mediante una canalización a través del centro de la explotación, hasta la caseta situada sobre la superficie de los pozos, en el fondo de la finca. Este diseño del sistema de riego permite gestionar el riego de forma eficiente, por sectores, sin necesidad de electroválvulas, y también evacuar la limpieza de los goteros de cada una de las filas de riego.


Anualmente se realizan podas de crecimiento y vegetativas, abonado de mantenimiento, encalado, tratamiento fitosanitario de productos ecológicos y desbroce intercepas e interfilas con medios mecánicos propios. La plantación, en marcos de 6X3 y 5X3, está adecuada para la recogida mecanizada de la producción, que se estima entre 25/30 toneladas por hectárea.


Las variedades de sidra plantadas son Amariega, De la Riega, Durona de Tresali, Judeline, Ollo Mouro, Raxao, Regona, Solarina, Verdialona y Xuanina. De producción de manzana de mesa la finca tiene las siguientes variedades: Choupette Dalinette, Florina, Goldrush, Granny Challenger, Granny Smith, Jeromine, Ladina, Lafayette, Mandy, Opal, Querina, Red Dalinswest, Reineta, Soprano, Story y Topaz. Junto a ellas se conservan otras variedades autóctonas antiguas, propias de la zona y de Galicia, que la finca familiar tenía desde hacía muchos años. El objetivo del proyecto es también recuperar y experimentar con variedades autóctonas de rendimiento, conservación e interés.

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